Los hombres piensan que dejan de enamorarse
cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. Gabriel García
Márquez
Nunca es tarde. Si decidimos enamorarnos, llegara el Amor a
nuestra vida. Y, si por el contrario, pensamos que, dadas las circunstancias y
las experiencias vividas, ya no nos podemos enamorar, sucederá que el
sentimiento de amor no podrá latir en nuestra conciencia. Pero, en realidad,
una cosa es decidir enamorarse y otra muy distinta es pensar que “necesitamos”
al otro sexo y del sexo para sentir amor y, por tanto, buscar como hurones por
entre las madrigueras.
Muchas personas piensan que enamorarse conlleva obsesionarse con el objeto de su pasión y
experimentar un “baile de hormonas”
que más se parezca a un “chute” que a un estado de plenitud serena. Sin
embargo, vivir enamorado es vivir
fluyendo en la corriente de la afinidad y empatía con la vida junto a otros
seres que ríen y lloran. Vivir enamorado, en realidad, es vivir entusiasmado, un
término derivado de en-Zeus-siasmarse, que
significa “estar lleno de Zeus”, es decir, “estar lleno de Dios” con toda la
calidad de energía-conciencia que cada segundo encierra. Una capacidad de la Inteligencia Emocional que permite
darse cuenta a cada instante de que uno aprende y disfruta de todo lo que opta
y llega.
VIVIR ENTUSIASMADO ES VIVIR ENAMORADO !!!
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